Carta de despedida a la comunidad.
No se en que momento comencé a alejarme, ni tampoco como ha ido sucediendo esta lenta despedida. Lo único que siento es tu ausencia, un revuelo de sentimientos y la sensación de estar perdido.
Quizás no es que te haya perdido, sino que mis sentimientos se han alejado por circunstancias que aún todavía estoy intentando llegar a comprender y a descifrar… Pues ni yo mismo entiendo como el calor se puede volver hielo en cuestión de momentos. Por eso, con la intención de que me comprendan, he escrito esta carta de despedida.
¿Saben? Cuando pierdes a alguien o desconectas de una persona, se torna en tu interior un vacío inaguantable, si consideramos que, tan solo el mero hecho de ser ella, es auténtica e incomparable. Eso me pasa con ustedes…
Lo cierto es que no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho hasta ahora. De nada de lo hecho, ni de lo dicho, ni de lo sentido. Pues con ustedes he vivido momentos únicos, he sentido cosas extraordinarias y hemos hecho juntos cosas irrepetibles.
Nunca nadie me había amado de forma más sincera y bondadosa como tú. Nunca nadie me había enseñado que el vicio, así como llega, también se construye y que lo importante de la vida es entregarte a aquello que haces, rendirte a la evidencia de los hechos y fluir con ellos.
Porque si de algo estoy seguro, es que tú me has hecho mejor persona. Me refiero a que gracias a ustedes comencé a descubrirme y a contactar de otra manera conmigo. Y eso, tiene un valor incalculable, capaz que nunca lo dije…
No ha habido día en el que no he agradecido el poder encontrarlos en mi camino y conocerlos.
Les digo adiós, aunque sigan formando parte de mí, de mi historia de mi vida y de mi persona.
Y supongo que en como en mí hay un pedazo de ustedes, en ustedes hay un pedazo de mí.
Gracias por leer.