Saludos joven, si estás leyendo esto probablemente sea porque has recibido una de nuestras invitaciones para unirte a nuestra pequeña gran hermandad y has decidido perseguir tus deseos de gloria junto a nosotros.
Recibir la consagración y respeto de todos nuestros colegas, la admiración de las personas que amamos, y escuchar nuestro nombre con orgullo será nuestro objetivo.
Nuestra vida será convertida en una sucesión de batallas, y lo que hagamos hará eco en la eternidad, habrá momentos de calma y momentos frenéticos decisivos en cada batalla, y un indiscutible espíritu de lucha en cada gladiador, tengamos conciencia de que la fuerza reside verdaderamente en el trabajo en equipo.
Pero antes de que finalmente podamos llamarte hermano debemos asegurarnos de que la vieja sangre gladiadora y su coraje luchador fluya en tus venas, pero no te preocupes, te ayudaremos a despertarla. Para ello será necesario que entrenes junto a nosotros, será muy duro si, y quizás no logres tu objetivo y la puerta se cierre a tus espaldas. Pero entristecer no debes, pues te prometo que saldrás caminando de nuestra casa con la frente en alto y más fuerte de lo que hubieras imaginado.
Si eres de los que tan fervientemente esperan una invitación y no la has obtenido, no desesperes, solamente sigue tu camino y algún día cruzaras con el nuestro.
Nos veremos en el campo de batalla.
Salame y El Viejo.
